Pasos gigantes, anillos pequeños y mentes brillantes.

 Me pregunto cuanto tiempo me la paso en el teléfono viendo la vida de otras personas, mi mente y voz se consume en cada cosa que veo, me hace sentir insignificante. Pero la verdadera pregunta es el porqué lo sigo haciendo, es un círculo vicioso, el cual me gusta llamarle la mala vida, para aquellas personas que les gusta sufrir porque si, sin excusas, vamos a ser claros y directos, les gusta sufrir, dar mil y una razones por las cuales no pueden de hacerlo. Yo antes era así, una mala vividora, que siempre ponía excusas, se victimizaba y se enfocaba en todo lo que nos faltaba, pero nunca se fijo en lo que tenía, hasta que lo perdía, o simplemente se iba sin previo aviso.

Yo siendo yo 

Nunca perdí mi voz, se encontraba ahogada en multitudes sordas, que por momentos sus voces ensordecen mi mente y apagan mi corazón, y cuando quieres enfrentarlos, simplemente se callan, un mundo mudo para una voz que causa estruendo.  Porque no había mayor poder que mi voz, pero por seguir a otros decidí callar, un error que con el tiempo la recuperaría y haría más grande, la mayor lección que aprendí fue a ser sorda con aquellas voces de voz aguda, que mi voz tiene un poder y que puede hablar sin miedo a nada. 

Dicen que madure antes de tiempo, pero realmente pase por mucho en poco tiempo, así es la vida, te agarra desprevenida y te manda cinco lecciones en un segundo, porque para sobrevivir o vivir hay que adaptarse, estar consciente de lo que esta hecho uno mismo, antes me acomplejaba mucho mi altura y peso, veía todas esas publicaciones de chicas de cintura pequeña, piel clara, casi blanca, manos perfectas y uñas siempre arregladas, podría hablar mierda de ellas, pero saben estoy cayendo en lo mismo, yo las odio, ellas me odian, un círculo vicioso, por qué podría decir que todas ellas no saben lavar platos o fregar pisos, pero como siempre digo, nunca hay que generalizar, siempre hay alguien que rompe la tradición o maldición jaja.

Pero, me fijaba en lo que no tenía y aspiraba a algo que no era mi verdadero yo, aunque me sigue impresionando como todos queremos encajar en los estándares que nosotros mismos imponemos, me pierdo en estándares de belleza casi imposible, donde la comodidad y la aceptación todavía no llegan, aspirar a vidas perfectas, no hay nada en contra de querer una mejor calidad de vida, el proceso es difícil pero no imposible. Me enfoque tanto en querer algo que no soy, que perdí mi esencia, había perdido mis gustos sin tener mucha influencia física de los demás, las redes sociales son un arma de doble filo, lo digo de verdad, porque me dieron ataques de ansiedad y mil cosas, pero el problema no soy ellos sino yo.

 Pues mi herida no ha sanado, y si me bombardean “me lastiman”, pero ellos que culpa tienen que yo no me quiera a mí, llegar a esa conclusión me tomo mas de cuatro años, uno en reconocerlo, otro en aceptarlo y dos años para finalmente despegarme de esa idea, de ser la reina de las víctimas.

 Ya que en la actualidad existe una gran diversidad para gustos y sabores, me pregunte a mi misma “y bueno Ixchel porque quieres ser delgada, tu complexión no es delgada, es robusta, es fuerte” y entonces, como una señal divina (y porqué Google sabe mis “preferencias”) chicas robustas notificadas de pies a cabeza, una espalda divina para mí, sus músculos se podían ver perfectamente, y entonces me alivió saber que hay chicas igual a mí. (tengan un poco de tolerancia, todos pasamos por la adolescencia, pensamos que el mundo gira a nuestro alrededor y que somos las únicas que el universo no quiere o premia, pero no cariño, a todos nos pasó en algún momento)

Muy aesthetic de mi parte

Y saben, pensando en el universo, porqué se que me quiere y yo a él, me pone pruebas, saber si soy fiel a mi o de nuevo caeré (no tiene nada de malo caer, lo malo es caer y no levantarse) Un día quería ir a una tienda donde venden cosas muy lindas, dirían los chicos de ahora muy aesthetic, tenia todas las intenciones de comprar un anillo de una carita feliz, pero para mi sorpresa ningún anillo me quedaba, si fuera mi yo de antes, me empezaría a desquitar con mi madre o quedarme callada y de mal humor ( nunca se queden callados, escriban lo que sienten o platiquen con alguien) pero simplemente sonreí, le di las gracias a la chica y me fui, repitiendo en mi mente de adolescente…

“haber la culpa no es tuya, la culpa es de ellos por no hacer anillos más grandes, en este caso si se podría aplicar que la culpa es de ellos y no mía, debería de estar agradecía por tener todos mis dedos y manos sanas, yo no tengo la culpa de ser grande”

Y parecía un mantra decir esas palabras “yo no soy el problema” pues antes de victimizarme, me culpaba de todo lo malo que le pasaba a mi familia o a mis amigos, por lo que vaya que he progresado mucho en estos años, y como dijo mi gran mentor de la vida…

“Y quizás cometí un error ayer. Pero mi yo de ayer sigue siendo yo. Hoy, soy lo que soy con todos mis defectos y mis errores. Mañana, quizás sea un poco más sabio, y también seguiré siendo yo… He llegado a amarme a mi mismo, por quien soy, por quien fui, y por quien espero convertirme” Kim NamJoon

 Llegue a la conclusión que todavía me falta mucho por aprender y descubrir de mi misma, porque si no podemos cambiar el mundo, por lo menos podemos cambiar nuestro interior, y todo para bien, pues ahora tengo más preguntas, ¿Por qué tengo la obsesión de querer encajar y pertenecer a un grupo? Pues podría ser porque el ser humano es un animal político por naturaleza, o eso me acuerdo de mi clase de ética, aunque siendo honesta conmigo misma, esa idea se está quedando atrás con mis nuevas aspiraciones, ahora solo quiero paz mental, dinero y dormir.

Hasta la próxima ... 

 

Mi primer paseo sola en un parque desconocido y una ciudad desconocida
Gracias Puebla.


 

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