Camina y difruta...que la vida no es una carrera.

Julio 24, Mérida, Yucatán.

El miércoles presento mi primer examen de nivelación, estoy nerviosa, pues la primera semana dedique mi tiempo a hacer amigos, contactos y familiarizarme con mis compañeros, me ha sido toda una odisea prestar atención a mis clases, pues mis amigos son muy relajados y yo llevo la vida a prisas, caminar lento ha sido un gran dilema para mí. Cuando llegue a la universidad, llegaba corriendo a mi salón, pero era la única que corría, quien caminaba rápido y deseaba llegar al salón, aun no encuentro la razón de mi estrés. 

No estaba acostumbrada a la vida tan agobiante de la universidad. Aún recuerdo cuando caminaba de mi casa a la escuela por 8 min y no tenia prisa, claro a veces me paraba y tomaba fotos, pero aun no me acostumbro. Extraño mi ventana, donde el sol se asomaba y me despertaba, por cuestiones del destino sigo teniendo una ventana, la cual me levanta a las 5am, un momento donde marca el inicio de mi vida escolar, la rutina me esta matando, tomar el mismo autobús, llevo una semana en Mérida, aun no me aprendo bien las calles, las ubico, pero hay una parte de mi que piensa que no soy suficiente, y es cuando empieza el autosabotaje. Saber las cosas, pero tu mismo te pones las barreras. Veo a los demás hacer lo que pueden y luego me miro a mí, ¿Por qué me fijo tanto en los demás y ni en mí? ¿Dónde esta la confianza y mi frase-sin miedo al éxito-?

Sigo sin aceptar mi realidad, me estreso de tantas formas posibles que al final mi mente vive en el futuro, y enfocada en el futuro, no puedo mirar mi presente. ¿Qué importa el futuro si no hay presente? ¿Cuándo voy a terminar mi ciclo de procrastinación? Cuando me quite la venda de -no puedo-por la venda de -hagámoslo. Tengo mucho miedo de crecer, pensaba que existía una manual para la adultez, pero lo cierto es que me siento un poco perdida, desorientada, pero perder el camino es parte del proceso, un navegante no gana experiencia en aguas tranquilas, quiero adentrarme a lo profundo de la adultez, poder ahogarme en las tormentas y salir a flote una vez más. Pero no todo es caos, pues momentos después de la tormenta, cuando cae la noche, el cielo nocturno deja salir a sus estrellas, haciendo que viaje entre espejos, el cielo y la mar se unen, haciendo que por un momento me sienta en el espacio. Olvidar la tormenta y mirar las estrellas. Debo de seguir adelante, pues hay tormentas que vendrán y también pasarán, solo me queda prepararme, tomar lo necesario, elegir con cautela los pensamientos que quiero tener abordo y como los sentimientos y valores serán los salvavidas de mi embarcación.

El viaje de hoy concluye con unos lentes nuevos que me ayudarán a ver mejor mi presente, ver las estrellas por la noche y el sol asomándose por mi ventana. Algo que aprendí del caminar lento, es apreciar los momentos de la vida y hacer de lo cotidiano…extraordinario. Yo suelo tomarme literal la carrera universitaria, pero, ¿Por qué correr por mis estudios? No quiero matarme y no poder disfrutar, la misión de los siguientes días será encontrar un equilibrio entre la dedicación, esfuerzo y diversión.

Lo mejor del día:

  • Caminar con toda la actitud y que una señora extranjera en su camioneta me mirara asombrada y no sé la razón, pero se me quedo mirando tanto que solo pude hacer una cosa, sonreírle de oreja a oreja y hacer que ella igual sonriera.
  • Orientar a unos extranjeros diciendo -no money- en un cajero automático que no funcionaba, luego recordé mis ingles básico y los pude ayudar mejor, era una familia muy linda, y al final les desee un buen día, tal vez no hable tanto, pero una sonrisa cálida a todos nos ayuda. Y llegue a la conclusión que sea cual sea el idioma, una sonrisa es una sonrisa.

  • La vida de los gatos callejeros es difícil, pero oye, después de un día algo agotador ¿a quien no se le antoja acostarse en el pasto? Porque a mi si, y demasiado.

Pensándolo mejor, mi día estuvo mejor que ayer, pues hoy estuve feliz y sonriente, ¿la razón? No lo sé. Simplemente quería sonreír y vivir la vida, me siento feliz y plena, pero debo de canalizar mi euforia para los estudios. No quiero ser la alumna chistosa y amigable. Soy mas que eso, y me lo voy a demostrar a mí misma. La película de Legalmente rubia es mi inspiración, pues tal vez las personas me subestiman, pero soy yo misma quien pone esa barrera y también quien la hará caer.

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